Hemos ido en Nochevieja y, a pesar de un grupo de IMSERSO, la zona y el hotel muy tranquilos, con buenas vistas. Es pequeño para temporada alta, la piscina es pequeña y no hay apenas lugar para tumbonas. El desayuno escaso y repetitivo, poca variedad y cantidad, pero bien para salir del paso, sobre todo porque en esta época no había muchos restaurantes o bares abiertos alrededor.
Cerca de Almuñecar, a un paseo de unos 20 minutos por el Paseo Marítimo, y facilidad para aparcar fuera, ya que un poco más adelante y en todo el pueblo hay SARE y es de pago.