Me dejé sorprender por la ubicación, el nombre rimbombante y el supuesto descuentazo, y resultó ser un hotelucho de medio pelo que pudo haber conocido tiempos mejores hace medio siglo. Sucio y rodeado de carpas de homeless que merodean por el establecimiento. Los colchones, supuestamente "de lujo", ni fu ni fa. Me cobraron $10 adicionales por cada menor (una niña de 4 y otra de 7), por los que hoteles de más categoria no cobran nada. En fin, accedí a esa pequeña extorsión por la ubicación, el nombre rimbombante y el desayuno "Continental" incluido en el precio (Expedia dixit)... ¿Desayuno "Continental"? ¡Ja! Ni un pan duro. Expedia debe controlar mejor que quienes ofrecen un servicio lo den realmente