En general estuvimos muy bien. Es una casa señorial antigua -creo que nos dijo del siglo XVI, pero no recuerdo bien- que está al lado de la plaza mayor del pueblo. Por dentro es muy bonito y lo tienen cuidado al detalle. La señora de la casa fue muy agradable y maja y nos dio muchísimos consejos sobre nuestra visita a Villanueva de los Infantes y sobre la región. Fue un encanto de señora. La habitación está muy bien, es suficientemente amplia y espaciosa. El baño es algo estrecho y pequeño. Hay nevera y creo recordar que te dejan agua de cortesía. Además, en las zonas comunes hay salones para sentarte y relajarte, hay juegos de mesa y dispensadores de agua fría a tu disposición. Lo único negativo fue que la cama la encontramos algo más firme de lo que nos gusta (esto va a gustos) y que fue el alojamiento más caro en 30 días de recorrer el interior de España. A la tarifa de 77 euros le quitaría el último 7, cambiándolo por un 0 y me hubiera gustado más. ;-) De todos modos es un establecimiento muy recomendado, con carácter y personalidad y en el que la eficacia y la profesionalidad de la señora de la casa compensa el precio; que no es que sea alto ni exagerado, pero como no ofrecen desayuno, pues algo más baratito, para nosotros, estaría mejor.