El Hotel en general es regular, el personal es lento en la atención, les falta capacitación para atender al huésped. El desayuno de cortesía tiene pocas opciones de escoger, aburre muy pronto, el bufet me pareció decepcionante, ya que las opciones es lo mismo de la carta de desayunos sólo que se puede servir lo que se desea. Las habitaciones para dos personas son muy pequeñas. La alberca está bien, al igual que el área de ahí para comer, cenar o solo convivir. Los precios son caros para la variedad y cantidad que se ofrece. La cercanía a la playa es muy buena que está a sólo unos pasos. No es un hotel grande. El servicio de renta de bicicletas no está disponible porque no estaban arregladas las bicicletas, el kayak no es caro, pero no se ven resistentes al uso, preferimos no alquilarlo. La limpieza de las habitaciones en general es buena, pero no dejan en ocasiones toallas suficientes, jabón, o no sacan la basura. La terraza de las habitaciones de la planta baja, no tiene una separación que la haga más segura.