Personal muy amable, habitación grande y muy limpia, los niños encantados con el jardín, colchoneta para saltar, porterías y gran zona verde, excelentes vistas al jardín desde la sala de desayunos, la única pega es que carece de servicio de comidas y cenas aunque si quieres ponen a tu disposición cubiertos, vasos y todo lo que necesites para cenar en el salón común, ya sea comida traída por tí o la opción que tienen es la de un bar cercano que te lo lleva a la posada, allí tienen cartas con lo que te pueden traer, desde bocadillos, hamburguesas, sándwiches, hasta raciones y platos combinados.