El hotel tiene una arquitectura preciosa y una decoración increíble, pero no se dejen engañar por las apariencias. El servicio es absolutamente deplorable. Reservamos varios cuartos para los invitados de nuestra boda, y al llegar, ¡no tenían las habitaciones listas! Para colmo, algunos de los cuartos tenían cosas rotas, faltaban toallas, y en varios no había ni focos. Como nuestra boda era al día siguiente y teníamos la ceremonia civil ese mismo día, no tuvimos tiempo de cambiar de hotel. Nos vimos obligados a quedarnos y fue la peor decisión de nuestra vida. Metimos una demanda legal porque no solo arruinaron nuestra experiencia, sino que afectaron un momento tan importante. No pienso regresar jamás a esta cadena hotelera y espero que nadie más pase por lo mismo. Mil veces mejor quedarse en un Airbnb o un motel donde la noche cueste menos de $1,000 pesos; seguro el servicio es infinitamente superior.